La comunidad sorda de las Islas Tonga del océano Pacífico ha editado el primer libro con la lengua de signos propia del lugar. Los encargados de realizar este proyecto han sido estudiantes sordos de las islas, dirigidos por la profesora Rachel Brindal.
Se trata de una iniciativa que pretende ayudar a los estudiantes sordos y a sus familiares para comunicarse bien, y utilizando una lengua de signos propia, que no han necesitado importar de ninguna otra cultura.
El libro que se ha creado contiene alrededor de 400 signos, que están acompañados de unas 700 fotografías para ilustrarlos y comprender mejor cómo se realizan. En las fotografías, además aparecen los propios estudiantes, que han querido participar de forma muy directa en este libro.
Esta lengua de signos de las Islas Tonga es una adaptación de la lengua de signos inglesa y lengua de signos australiana. Se trata de una iniciativa muy importante para todos los tonguianos, porque el tonguiano es una lengua que cuenta con 100.000 hablantes, y a la comunidad sorda también le gusta participar de sus propias tradiciones lingüísticas.