El número de ancianos en Europa y en los Estados Unidos está en aumento, y la pérdida de audición es cada vez más común.
En un estudio, publicado en 2003 en la prestigiosa revista norteamericana Archives of Otololaryngology Head and Neck Surgery, se examinó la capacidad auditiva de casi 3.000 norteamericanos en edades comprendidas entre 48 y 92 años. El estudio confirma los resultados de investigaciones anteriores, indicando que más del 20 por ciento de las personas de 50 o más años sufren pérdida de audición en un momento dado, durante un periodo de 5 años. Los investigadores llegaron a la conclusión de que los hombres, en particular, tienen un riesgo mayor de padecer pérdida auditiva. Aproximadamente, un tercio de los hombres de ese grupo de edad sufre pérdida de audición en el periodo de 5 años, en comparación con el 17 por ciento en mujeres.
La pérdida de audición entre personas que ya la padecen es aun más grave, con más de la mitad de ellas experimentando una reducción de la capacidad auditiva a los cinco años.
La profesión es otro factor importante que influye en la incidencia de la pérdida de audición entre los ancianos. Las personas que en el pasado trabajaron en la industria duplican el riesgo de padecer una pérdida auditiva, en comparación con personas que estuvieron empleadas en oficinas o puestos administrativos.
Además, otros estudios indican que la pérdida de audición es cada vez más común entre la gente joven, aumentando la importancia de proporcionar información y tratamientos, incluyendo la utilización de audífonos.