La aspirina, un factor beneficioso en la lucha contra problemas cardiovasculares,
también ayuda a combatir un tipo de sordera causado por ciertos
antibióticos, según un estudio divulgado hoy por la revista
&aquot;New England Journal of Medicine&aquot;.
La investigación, realizada por un equipo científico
de la Universidad de Michigan, indica que esos antibióticos son
los aminoglucósidos que se utilizan contra infecciones, fibrosis
cística o tuberculosis.
Su uso excesivo, principalmente en países desarrollados, ha
sido vinculado a cierto tipo de sorderas irreversibles.
Los científicos estadounidenses, que contaron con la ayuda de
investigadores chinos, descubrieron que ese tipo de sordera puede ser
prevenido en muchos casos con el uso de la aspirina.
Esa conclusión fue extraída de un estudio realizado a
195 pacientes en China que recibieron entre 80 y 160 miligramos del
aminoglucósido gentamicin de manera intravenosa, dos veces diarias,
durante cinco a siete días.
De ellos, 89 pacientes recibieron una aspirina junto al antibiótico
y 106 recibieron placebos con el antibiótico.
Según el informe, los resultados fueron asombrosos: la incidencia
de la sordera en el grupo que recibió placebos fue del 13 por
ciento, mientras que al grupo que se administró la aspirina fue
de sólo un 3 por ciento.
&aquot;Quisiéramos informar a la comunidad médica en todo el
mundo de que, con algunas precauciones, es posible minimizar los riesgos
de sus pacientes. Hay aspirina disponible en todos los lugares y es
barata&aquot;, dice en el informe Jochen Schacht, uno de los autores del estudio.
Schacht es profesor de biología en el Departamento de Otorrinolaringología
de la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan.
&aquot;Anteriormente habíamos descubierto que ese tratamiento funciona
bien en ratones, y ahora funciona muy bien en seres humanos&aquot; añadió.
Además de ser una de los medicamentos más baratos recetados
contra cualquier tipo de dolor, la aspirina es considerada un importante
elemento en la lucha contra las enfermedades cardiovasculares debido
a sus propiedades anticoagulantes.