Peder la audición a medida que se envejece no es sólo
cuestión de los oídos. La capacidad del cerebro para procesar
los sonidos también se debilita. Los audífonos digitales
modernos con micrófonos direccionales pueden solucionar algunos
de estos problemas.
Los oídos siguen siendo esenciales para la audición,
pero estudios preliminares en ratones indican que la disminución
de ciertos procesos cerebrales puede dificultar la filtración
de los sonidos irrelevantes.
“Tradicionalmente, los científicos que estudian los problemas
auditivos comienzan observando el oído. Sin embargo, nos encontramos
con pacientes que tienen los oídos sanos y, aun así, tienen
problemas para entender una conversación. Existen muchas personas
cuyo oído interno es perfectamente normal y simplemente no pueden
oír bien. Eso se debe a que su cerebro está envejeciendo,”
dice el doctor Robert D. Frisina del Centro Médico Universitario
de Rochester.
Fallo del cerebro
Los resultados de investigaciones preliminares, publicados en el congreso
anual de la Asociación de Investigaciones en Otorrinolaringología,
apuntan hacia una disminución de la capacidad del cerebro al
envejecer, para ordenar y filtrar muchos de los sonidos que se canalizan
a través de los oídos cada día. Esto indica que
la reacción del cerebro ante los sonidos del oído ya no
funciona correctamente, haciendo que muchas personas tengan dificultades
para discriminar los sonidos de su alrededor y concentrarse en los sonidos
relevantes.
“Para muchas personas que al envejecer aún pueden oír
los sonidos, pierden la capacidad de oír y entender el habla
debido a estos problemas del cerebro,” explica Frisina.
Las personas con este problema pueden encontrar una solución
parcial en los audífonos digitales modernos con micrófonos
direccionales, que filtran parte del sonido de fondo.
Para la mayoría de la gente, el declive comienza cuando se alcanzan
los 40-50 años.
Nuevos medicamentos
Los científicos esperan que sus investigaciones, con el tiempo,
hagan posible el desarrollo de nuevos medicamentos que puedan paliar
el problema del cerebro, así como los medicamentos actuales alivian
otros trastornos neurológicos.