El Hospital Regional tiene un equipo de otoemisiones acústicas que permite, a través de un screening, medir la capacidad auditiva de los recién nacidos.

La fonoaudióloga Lucía Ayuso aclaró que este equipamiento se puede utilizar en todas las edades, aunque en ese servicio es destinado a la pesquisa universal de detección de la hipoacusia infantil y que se realiza el screening a absolutamente todos los bebés nacidos en el Hospital Regional, dentro de las primeras 48 horas de vida.

Sobre los beneficios de la detección temprana de la hipoacusia en cualquiera de sus niveles, el doctor Juan Carlos Falabella manifestó que el niño “con este tipo de diagnóstico temprano y equipado oportunamente, tiene las mismas probabilidades de desarrollo desde todo punto de vista que un niño normal, ya que la hipoacusia provoca fundamentalmente problemas en el aprendizaje del lenguaje”.

Por su parte, la doctora Verónica De Cristófaro comentó que se trata de un equipamiento que existe en pocos lugares del país, fundamentalmente con un programa como el que se desarrolla en nuestro hospital, de tipo obligatorio, ya que hay centros privados como es el Hospital Francés (Buenos Aires) que cuenta con este equipo, pero se utiliza para estudios complementarios. La diferencia con el nuestro es que les realizamos (a los niños) un examen obligatorio y todos son pesquisados sí o sí en cuanto a la función de su coclea”, agregó.

“El 50 por ciento de los niños detectados como hipoacúsicos en general son niños de alto riesgo, pero está el otro 50 % que no es de alto riesgo y que se escaparía de soluciones a tiempo si no los buscamos”, explicó.

El programa abarca a los niños nacidos en Río Gallegos en forma obligatoria y se aplica también a los chicos que tengan alto riesgo auditivo en la provincia, que cumplan con ciertas pautas, como, por ejemplo, determinado peso al nacer o problemas con la oxigenación, etc. Estos niños también son pesquisados en forma obligatoria, siguiendo otra ruta en el circuito de salud.

Los estudios para la detección de problemas auditivos antes de los seis meses de vida del niño son recomendados en forma unánime por asociaciones pediátricas, especialmente por las dedicadas a la lucha contra la hipoacusia.