Un estudio temprano puede evitar problemas en el habla a cientos de
niños en el país, debido a que detecta alteraciones auditivas
y abre el paso a tratamientos para mejorar la audición necesaria
para acceder al lenguaje, informaron hoy fuentes médicas.
Los estudios para la detección de problemas auditivos antes de
los seis meses de vida son recomendados en forma unánime por
distintas asociaciones pediátricas, especialmente las interesadas
en la lucha contra la hipoacusia.
Según la prensa porteña, este mal, afecta a cuatro de
cada 1000 chicos en Argentina según un estudio difundido por
el Hospital Francés.
Leopoldo Cordero, subjefe de Otorrinolaringología de ese centro
asistencial, alertó que "si la hipoacusia no se detecta
a tiempo, decrece la capacidad de aprendizaje del niño que le
permite su desarrollo lingüístico y tener plasticidad en
el habla".
Cordero admitió que si bien la sordera "es irreversible"
la medicina cuenta con varias herramientas, para que "su incidencia
sea menor" y permita la comunicación del paciente con los
demás.
En ese sentido, el profesional explicó que "a los bebés
que presentan alguna sospecha de hipoacusia se les realiza un control
que incluye una evaluación de otoemisiones acústicas,
un potencial evocado auditivo de tronco cerebral y una audiometría
conductual".
Todos esos estudios son necesarios para arribar al diagnóstico
que confirma si el paciente sufre de algún grado de sordera.
Cordero acotó que cuando esos estudios detectan la patología
se apela a diversos recursos terapéuticos, que evitan que "cientos
de chicos con hipoacusia tengan en el futuro problemas serios en el
habla".
Explicó que los tratamientos pueden estar enfocados a "resolver
patologías del oído medio, lograr una estimulación
auditiva". "También se pueden colocar audífonos
o realizar un implante coclear, al que se recurre cuando los audífonos
no dan resultados", añadió.
En la Argentina, según las estadísticas de las entidades
dedicadas a tratar la hipoacusia, existen aproximadamente 1500 implantes
cocleares que permiten desarrollar la audición.
El procedimiento más utilizado para detectar casos de hipoacusia
son las otoemisiones acústicas, que son sonidos generados en
la cóclea que reflejan la actividad de los mecanismos biológicos
que permiten un sistema auditivo normal.
Los médicos coinciden en que es difícil darse cuenta de
la existencia de una sordera leve o moderada mediante la simple observación,
aunque muchas veces se hace evidente después de los 2 ó
3 años.
Distintos estudios sostienen que en ese momento existe un retraso en
el lenguaje y el desarrollo en general, por lo cual se presentan dificultades
en el habla que requiere un tratamiento especial.