La precocidad en la detección de un niño con hipoacusia
es vital para paliar, lo más rápidamente posible, la pérdida
auditiva que se haya producido. La edad ideal de diagnóstico
se sitúa entre los seis primeros meses de vida y el año
para obtener los mejores beneficios terapéuticos.
La detección y búsqueda del niño con posible pérdida
auditiva es un aspecto que compete muy directamente al colectivo de
pediatras que debe disponer de toda la información acerca de
las posibilidades actuales del niño con este tipo de carencia.
A pesar de que la revisión otológica universal debería
llevarse a cabo en el momento del nacimiento, puede darse la posibilidad
de que se escape algún caso de hipoacusia, por lo que la figura
del pediatra es esencial y debe alertar ante hechos como retrasos en
el lenguaje, ya que éste puede ser el primer signo de una pérdida
auditiva que posteriormente debe ser valorado por un ORL.
Lo relevante en un niño en el que se ha detectado pérdida
auditiva es paliar esta carencia lo más rápidamente posible.
Alerta precoz
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Miguel Angel
Villafruela, de la Unidad de ORL Infantil del Hospital Doce
de Octubre, de Madrid. |
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"La detección y diagnóstico de la hipoacusia debe
ser lo más precoz posible, porque de ello depende que se obtenga
el mayor beneficio terapéutico. El periodo ideal de detección
es antes de los seis meses de vida, pero es tolerable hasta el año.
Por encima de esta edad ningún niño debería escaparse
del diagnóstico", ha manifestado a DM
Miguel
Angel Villafruela, de la Unidad de Otorrinolaringología
del Hospital Materno-Infantil Doce de Octubre, de Madrid, que ha coordinado
un curso de ORL Infantil en el que han participado especialistas y pediatras
de atención primaria, y que se ha celebrado en el citado hospital.
Diagnóstico de la otitis
Villafruela también ha señalado que el tratamiento de
la otitis media aguda está muy estandarizado, pero no ocurre
lo mismo en el caso del diagnóstico. "En la mayoría
de los trabajos publicados, el diagnóstico cierto, basado fundamentalmente
en la otoscopia, no se obtiene, ya que depende de la interpretación
de cada pediatra de la imagen timpánica que, generalmente, es
acertada. De hecho, se considera que la otitis media aguda es una entidad
que está sobrediagnosticada".
Los profesionales que han participado en este encuentro aludieron a
aspectos relativos a la patología de la voz, área en la
que se concluyó que la mayoría de los casos son susceptibles
de tratamiento foniátrico, "cuya duración no
debe ser superior a los seis meses porque después de este periodo
no suelen obtenerse más beneficios". Villafruela ha
destacado además que la opción quirúrgica puede
indicarse en torno a los 13-14 años, cuando el niño ha
realizado la muda de la voz.
Los nódulos bucales y la mala utilización de la voz son
las principales causas de alteraciones en la voz. "En muchos
casos, se requiere la concienciación y colaboración del
niño para que utilice la voz adecuadamente, lo que en los niños
más pequeños es complejo".