Los modernos y compactos reproductores de MP3 y CD pueden fácilmente
producir tinnitus o pérdida de audición inducida por ruido.
Aun así, pocas personas son conscientes de que este común
artilugio de entretenimiento puede ser extremadamente peligroso para
la capacidad auditiva.
Estos reproductores de música son capaces de emitir altos niveles
de sonido durante muchas horas, con una sola carga de batería.
Los usuarios arriesgan sus oídos al exponerlos hora tras hora
a niveles de ruido excesivos.
Estos aparatos suelen usarse cuando se va y viene de la escuela o del
trabajo,
por ejemplo. Con el ruido del tráfico, el volumen suele subirse
para atenuar los ruidos externos. Cuando los niveles del ruido del tráfico
son de 85 decibelios, el volumen del estéreo portátil
puede alcanzar fácilmente niveles perjudiciales para los oídos.
Por lo general, no debemos dejar que nuestros oídos soporten
niveles de ruido superiores a los 91 dB, durante más de dos horas
en un día.
Niveles de ruido de 91 a 139 dB en el estéreo portátil
Los investigadores de la Universidad de Boston examinaron seis reproductores
de CD disponibles en el mercado. Descubrieron que estos discman reproducían
niveles de sonido de entre 91 y 121 dB, recién sacados de la
caja. Cuando se utilizaban otros auriculares distintos de los que venían
con el discman, los niveles de sonido alcanzaban la escalofriante cifra
de 139 dB, casi el nivel de ruido de un avión a reacción
al despegar.
Por consiguiente, se deberían tomar precauciones al utilizar
los reproductores de MP3 y CD. Los investigadores recomiendan que se
limite el tiempo de escuchar música en los estéreos portátiles
a una hora o menos al día, si el nivel de sonido está
al 60 por ciento del volumen máximo que alcanza el reproductor.
Nos advierten además que cuanto más pequeño sea
el auricular, más alto será el nivel de sonido soportado
a cualquier volumen.
Algunos estéreos portátiles vienen con un limitador de
volumen, que evita que los niveles de sonido superen los 100 decibelios,
sin embargo, algunas personas prefieren desactivar el limitador de sonido.
Esto puede tener consecuencias nefastas para la capacidad auditiva.