Washington.-
Una terapia genética que promueve el crecimiento de células
en el oído interno parece ser una cura para la sordera, al menos
en animales de laboratorio, según un artículo difundido
hoy por la publicación NewScientist.
"Es la primera vez que alguien ha reparado, por medios biológicos,
el sentido auditivo de animales", afirmó Yehoah Raphael,
de la Universidad de Michigan, quien encabezó el equipo japonés
estadounidense que desarrolló la técnica.
La pérdida gradual, parcial o total de la capacidad de oír,
afecta a millones de personas cada año en todo el mundo, y puede
deberse a la destrucción de células capilares en el oído
interior por la exposición a ruidos demasiado fuertes, el uso
de ciertos antibióticos o, simplemente, la edad avanzada.
Las discapacidades auditivas afectan a unos 11 millones de personas
en EEUU, esto es aproximadamente el 4,2 por ciento de la población
total. Según las cifras del Centro de Prevención de Enfermedades,
entre estas personas hay más de 900.000 hispanos.
En la cóclea, la parte del oído interior que registra
el sonido, las células capilares actúan como microscópicos
micrófonos que capturan las vibraciones sonoras del fluido en
el oído y transforman el movimiento en señales nerviosas.
La terapia del equipo encabezado por Raphael promueve el crecimiento
de esas células capilares. Después del tratamiento, los
investigadores usaron sensores con electrodos en torno a la cabeza de
los conejillos demostrando que los nervios auditivos de los animales
tratados registraban sonidos.
Los conejillos que no recibieron el tratamiento no mostraron esa recuperación
de la capacidad auditiva.
"Una posibilidad sería el uso de la terapia para mejorar
la audición de las personas que ya usan implantes cocleares",
dijo Raphael.
En el laboratorio Raphael y su equipo primero administraron a los conejillos
antibióticos que destruyeron las células capilares en
el oído interno, y luego, aparentemente, repararon el daño
inyectándoles adenovirus modificados por manipulación
genética.
La ingeniería genética hace que los virus sean inocuos
al tiempo que introducen un gen llamado Atoh1 en las células
que recubren la escala media, la cámara clave de la cóclea
que contiene las células como cabellos.
El artículo explicó que el gen Atoh1, conocido también
como Math1, produce una célula líder que dirige el desarrollo
de las células el desarrollo de las células de cabello
en los embriones.
"El experimento dio resultados que superaron las expectativas",
afirmó el artículo de NewScientist.
La recuperación de las células capilares llevó
los oídos tratados a una recuperación de entre el 50 por
ciento y el 80 por ciento de sus umbrales de audición originales.
Lo que más sorprendió a los investigadores fue que las
células capilares fueron creadas a partir de células que
recubren la escala media, las cuales, según la ortodoxia biológica
vigente, no deberían ser capaces de convertirse en células
diferentes.
Pero hay muchos obstáculos que deben superarse antes que esta
técnica pueda usarse en seres humanos, advirtió Raphael.
"Por ejemplo, la escala media está ubicada en lo profundo
del cráneo humano lo cual la hace virtualmente inaccesible para
la cirugía", añadió. "Y también
existe la posibilidad de que el sistema de inmunidad humano rechace
los virus".