En 40 de los 50 estados norteamericanos, se realizan exploraciones
para detectar alguna deficiencia auditiva, a más del 90 por ciento
de los recién nacidos. Existen pocos estados que se quedan atrás,
y el desarrollo experimentado el pasado año ha sido considerable.
El porcentaje de bebés norteamericanos a los que se les realizó
una exploración auditiva ha aumentado en casi un 18 por ciento
de 2002 a 2003, del 69 por ciento al 86,5 por ciento, según un
nuevo informe de la organización The National Campaign for Hearing
Health. Este salto en el porcentaje se atribuye en parte a los exitosos
esfuerzos de los grandes estados, como Nueva York, que del 17 por ciento
de exploraciones en 2002 ha pasado al 95 por ciento en 2003. En 1999,
solamente el 25 por ciento de los recién nacidos fueron examinados
para detectar una pérdida auditiva, en todo Estados Unidos.
Según esta organización, cerca de 12.000 bebés
al año, o cerca de 33 bebés al día, nacen
con una pérdida auditiva. Esto significa que la pérdida
de audición es el defecto de nacimiento número uno, en
EE.UU.
La detección y el tratamiento tempranos pueden permitir que
el niño desarrolle la capacidad del habla y del lenguaje, a un
ritmo comparable al de los niños sin problemas auditivos.
"Como pediatra, no puedo poner más énfasis en la
importancia que tiene la detección temprana," dice Louis
Z. Cooper, licenciado y en un pasado reciente Presidente de la Academia
Americana de Pediatría. "Actualmente, la mayoría
de los bebés están siendo explorados, por lo que tenemos
que asegurarnos de que los médicos en primeros cuidados estén
mejor informados y preparados para ayudar a los bebés con pérdida
auditiva detectada, en este proceso tan importante."