El número de personas con pérdida de audición
está en aumento. En el Reino Unido, el 16 por ciento de la población
adulta padecía pérdida auditiva en 2002, un dramático
aumento comparado con el 13 por ciento de 1979.
Entrado en detalles, las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas
Británico muestran que la pérdida de audición tiene
más incidencia entre hombres que entre mujeres, sin importar
la edad. En 2002, el 19 por ciento de los hombres y el 13 por ciento
de las mujeres con más de 16 años de edad padecían
pérdida auditiva.
Dentro de cada género, la incidencia variaba significativamente
por grupos de edad. Entre los hombres en edades de 16 a 44 años,
el 7 por ciento sufría una pérdida auditiva en 1998, un
aumento de un punto sobre los resultados de 1979.
Un porcentaje en aumento, de hombres de más de 75 años,
tenía problemas de audición. En 1979, el 42 por ciento
en este grupo de edad informaba tener dificultades auditivas. En 1998,
la incidencia de problemas auditivos entre los hombres de este grupo
de edad había aumentado en 11 puntos, un 53 por ciento.
No se observó un cambio tan dramático entre las mujeres.
En mujeres jóvenes tanto como en mujeres con más de 75
años, el porcentaje de tener problemas auditivos en 1998 era
idéntico a los niveles observados en 1979. Un 5 por ciento entre
las mujeres jóvenes y un 40 por ciento entre las ancianas informaban
de una pérdida auditiva.
A pesar de que el número de personas con discapacidad auditiva
aumenta, numerosos estudios confirman que la mayoría de las personas
todavía no utilizan audífonos, ni reciben los consejos
y tratamientos apropiados. Los audífonos recetados adecuadamente
por el médico y ajustados correctamente pueden aliviar muchos
de los efectos negativos de la pérdida auditiva, pueden servir
para que la persona discapacitada auditiva permanezca en el mercado
laboral y para prevenir la reducción de calidad de vida asociada
a la pérdida auditiva sin tratar.