Investigadores del Instituto de Fisiología de la Música
y de los Músicos de Hannover (Alemania) han detectado y registrado
una conexión cerebral que relaciona el movimiento de los dedos
con notas particulares del piano minutos después de iniciar un
entrenamiento instrumental de estas características. Esta investigación
se basa en estudios precedentes pero recientes según los cuales
palpar -en silencio- notas de frases musicales puede estimular áreas
auditivas de la corteza cerebral. Además, parece ser que escuchar
música puede estimular áreas de la corteza motriz, esta
simple acción -oír música- puede generar incluso
que un pianista mueva sus dedos involuntariamente.
Estas deducciones parten del exámen realizado por los autores
del estudio sobre los efectos que se producen en el cerebro cuando una
persona se inicia en la práctica de una disciplina musical. Los
resultados obtenidos demuestran que los patrones de actividad
cerebral cuando se escucha música o se toca en silencio un teclado
de piano se pueden alterar con tan solo 30 minutos de práctica.
Esta circunstancia se ve potenciada tras cinco semanas de entrenamiento
musical.