¿Están a riesgo de contraer el VIH?
Si. Se estima que en los EEUU existen de 7,000 a 26,000 personas carentes
del sentido auditivo infectadas con el VIH (Friess S. Silence, Deaf.
Poz Magazine. April 1998. p.60-63). Sin embargo, los Centros para
el Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en Inglés) actualmente
no recopilan información acerca de los que padecen de sordera
y VIH o SIDA. Maryland fue el primer estado en incluir preguntas relacionadas
con el sentido auditivo en el área de consejería y al
realizar pruebas de detección. En Maryland, el 4.3% de la población
sorda padecen de la infección con VIH (Personal communication.
Department of Health and Mental Hygiene, State of Maryland. 1999).
Existen
cerca de dos millones de personas que no pueden oir, y una de cada 10
Norteamericanos padecen de problemas auditivos. Las personas que carecen
del sentido auditivo han luchado por mucho tiempo por obtener igualdad
en acceso a servicios sociales y médicos, educación y
empleos. Actualmente en los EEUU, existe poca información sobre
VIH y sordera, pocos servicios de prevención o tratamiento, y
escasa investigación para los sordos (Peinkoffer JR. HIV
education for the deaf, a vulnerable minority. Public Health Reports.
1994;109:390-396).
¿Cuales son los factores de riesgo?
Existen altos índices de abuso de substancias en la communidad
sorda. Una de cada siete personas (1 de 7) que no oyen tiene una historia
de abuso de sustancias versus una de cada diez (1 de 10) reportada por
la población sin problemas auditivos (Peinkoffer JR. HIV
education for the deaf, a vulnerable minority. Public Health Reports.
1994;109:390-396). El abuso de las sustancias puede ser un factor
de riesgo para contraer el VIH ya que reduce la inhibición y
altera el juicio, lo cual puede conducir a conductas sexuales poco seguras.
Compartir el equipo de inyección es otro de los riesgos de transmisión
del VIH.
Existe muy poca educación sobre el VIH o sobre sexualidad en
las escuelas para sordos, especialmente en escuelas para adolescentes.
Debido a esto, las personas sordas poseen un menor conocimiento y están
menos concientes de los riesgos de transmisión del VIH, tratamiento
y prevención. Si los niños sordos no aprenden sobre el
VIH u otras enfermedades de transmisión sexual, no van a tener
el vocabulario adecuado para hablar del tema entre ellos. Un estudio
entre estudiantes de una escuela para sordos descubrió que los
adolescentes del 9 al 12 grado tenían un conocimiento extremadamente
limitado sobre el SIDA. Los estudiantes solamente acertaron 8 de la
35 preguntas básicas sobre SIDA (Baker-Duncan N, Dancer J,
Gentry B, et al. Deaf adolescents' knowledge of AIDS. Grade and gender
effects. American Annals of the Deaf. 1997;142:368-372).
Los hombres sordos que tienen sexo con hombres pueden sufrir discriminación
dentro de la comunidad de sordos. Por este motivo, los hombres sordos
que tienen sexo con hombres esconden a menudo su identidad y pueden
llegar a presentar comportamientos sexuales furtivos, anónimos
y de mucho riesgo. Muchos hombres sordos que tienen sexo con hombres
también desean tener relaciones con hombres no sordos, lo cual
dificulta aún mas la comunicación sobre la práctica
segura del sexo (Peinkoffer JR. HIV education for the deaf, a vulnerable
minority. Public Health Reports. 1994;109:390-396).
Se ha descubierto que los niños discapacitados, incluyendo a
niños sordos, están a mayor riesgo de sufrir abuso sexual
tanto en la escuela como en el hogar. En un estudio a niños sordos
y no sordos de un instituto de lenguaje se descubrió que el 54%
de los varones sordos reportó abuso, comparado con el 10% reportado
por los no-sordos. Las niñas sordas reportaron índices
de abuso del 50% comparado con el 25% reportado por las niñas
no sordas (Sullivan PM, Vernon M, Scanlan JH. Sexual abuse of deaf
youth. American Annals of the Deaf. 1987;132:256-262). El abuso
sexual a temprana edad es un fuerte indicador de los comportamientos
sexuales de alto riesgo, del abuso de sustancias, e infección
con VIH en la edad adulta (Whitmire Johnsen L, Harlow L. Childhood
sexual abuse linked with adult substance use, victimization, and AIDS-risk.
AIDS Education and Prevention. 1996;80:44-57).
¿Cuáles son las barreras en la prevención?
Para la mayoría de las personas sordas en los EEUU, el Lenguaje
Americano de Signos (ASL) es su primer idioma, Inglés o Español
el segundo. El ASL es un lenguaje complejo de gestos y señales
con su propia gramática y sintaxis. La única forma de
comunicarse en ASL es cara a cara. El material escrito sobre VIH en
ASL Gráfico disponible es escaso. Aunque algunas personas sordas
pueden leer material escrito tales como los panfletos utilizados en
la prevención del VIH, para algunas personas sordas con un nivel
de Inglés o Español limitado, estos panfletos son ineficaces
(Campbell D. AIDS and the deaf community. ADVANCE for Speech-Language
Pathologists & Audiologists. April 26, 1999; p.10-11).
La comunidad sorda es un grupo muy unido, esto a veces significa que
así como se recibe un fuerte apoyo a veces lo que se recibe es
una fuerte condena. La privacidad es muy importante en esta comunidad
donde las noticias vuelan muy rápido. Muchas personas sordas
prefieren ir solas a hacerse la prueba de detección del VIH y
a recibir consejería totalmente oral ya que traer a un intérprete
o ir a una clínica para sordos pone a riesgo su privacidad aunque
también a la misma vez exponen la comunicación y la comprensión
(Morrone JJ. Peer education and the deaf community. Journal of American
College Health. 1993;41:264-266). El hacerse la prueba usando un
equipo casero de detección del VIH tampoco ofrece la solución
al problema de la privacidad ya que estas personas necesitan a un intérprete
por medio del teléfono o a través de un intermediario
para conocer los resultados.
¿Qué puede ayudar en la prevención?
Conocer las áreas mas fuertes de esta comunidad puede ser muy
útil en los esfuerzos de prevención. El hecho de que esta
comunidad sea tan unida significa que existe un mayor grado de intimidad
física y emociónal. La naturaleza visual del ASL requiere
tratar temas como el sexo y el uso de las drogas abiertamente y con
mucha franqueza. Cuando estos temas salen a la luz, las personas sordas
a menudo se sienten mas cómodas al hablar del los temas, logrando
al unísono un mayor entendimiento y una mejor negociación
en cuanto al comportamiento seguro (Morrone JJ. Peer education and
the deaf community. Journal of American College Health. 1993;41:264-266).
Las instituciones para sordos deben tratar temas que tradicionalmente
han estado tapados o que han sido tabú en esta comunidad, tales
como el abuso de la drogas y el alcohol, el abuso sexual a temprana
edad y la homofobia. En 1998, la Línea Nacional del SIDA del
CDC envió más de un millar de cartas a escuelas estatales
para sordos ofreciendo programas educacionales sobre SIDA para estudiantes
sordos o con problemas auditivos. De éstas solamente 3 escuelas
respondieron (Campbell D. AIDS and the deaf community. ADVANCE for
Speech-Language Pathologists & Audiologists. April 26, 1999; p.10-11).
¿Qué se está haciendo?
Un programa creado por el Centro de Salud Mental de la Universidad Gallaudet
ofrece entrenamiento sobre VIH/SIDA a profesionales de salud mental
que trabajan con la comunidad sorda, utilizando videos con subtítulos
o leyendas, dibujos, actividades de grupo y modelos sobre como el VIH
se adhiere a las células (Sleek S. HIV/AIDS education efforts
have missed deaf community. American Psychological Association Monitor.
1999).
En París, Francia, la Unidad Móvil de Prevención
de SIDA (EMIPS) utilizó una variedad de programas para llevar
el mensaje a los adolescentes sordos dentro y fuera de las escuelas
para sordos. Un joven educador sordo visitó escuelas para sordos
y presentó una intervención en lenguaje por señas.
El programa creó varias anuncios públicos exponiendo las
falsas creencias del riesgo que envuelve al VIH. El programa también
abrió una clínica que no requiere de cita previa en la
que el Doctor(a) se comunica por medio del lenguaje por señas.
Sin embargo, la clínica no estuvo muy concurrida ya que estaba
demasiado identificada con el SIDA. Cuando el programa abrió
un centro de detección de VIH dentro de una clínica general
se obtuvo mayor éxito (Grivois L, Houette A. Outreach programs
towards deaf people targeting prevention of AIDS. Presented at the 11th
International Conference on AIDS, Vancouver, Canada. June 1996).
En Minnesota, el programa para personas que carecen o tienen dificultades
auditivas que dependen de sustancias químicas y otras drogas
ofrecen tratamiento para los adictos al alcohol y otras drogas en los
EEUU y Canadá. El personal está capacitado específicamente
para tratar a personas con problemas auditivos parcial o total y en
tratar el abuso de sustancias, además, han desarrollado métodos
terapeúticos sin problemas de comunicación. Por otra parte,
el programa ofrece entrenamiento a estudiantes y profesionales que trabajan
con personas sordas, tienen además un centro de recursos para
diseminar material y proveen fondos para intérpretes que asisten
a reuniones de Alcohólicos Anónimos/Narcóticos
Anónimos (Program celebrates ten years. Steps to Recovery.
Published by the Minnesota Chemical Dependency Program for Deaf and
Hard of Hearing Individuals. Spring/Summer 1999).
¿Qué queda por hacer?
Crear material educativo y buscar la forma de llegar a esta comunidad,
no solo alrededor del tema del VIH o del SIDA también sobre temas
tan amplios como la salud sexual y el uso de sustancias psicotrópicas.
Las escuelas para sordos necesitan ofrecer educación sobre sexualidad
y sobre el uso de sustancias y proveer consejería a niños
y adolescentes que hayan experimentado abuso. Los programas para sordos
deben tratar temas específicos de esta comunidad, tales como
negociar el sexo seguro con una pareja no sorda, abogar por los servicios
del cuidado de salud y derribar las barreras que impiden tratar el problema
del abuso sexual y abuso de drogas.
Los programas de prevención de VIH para personas sordas deben
ser lo mas claro y visuales posibles. Los programas no deben ser diseñados
a manera de presentación sólamente, deben además
dedicar mayor tiempo a debatir el tema, incorporar actividades físicas,
fotos, muñecos, manuales gráficos en ASL y videos con
subtítulos (Gaskins S. Special population: HIV/AIDS among
the deaf and hard of hearing. Journal of the Association of Nurses in
AIDS Care. 1999;10:75-78). Para poder llegar a las comunidades
de sordos tanto investigadores como proveedores de servicios deben aprovechar
los avances tecnológicos tales como los videos interactivos y
la internet (Lipton DS, Goldstein M, Wellington Fahnbulleh F, et
al. The interactive video-questionnaire: a new technology for interviewing
deaf persons. American Annals of the Deaf. 1999;141:370-378).
Si bien es cierto que ya se han hecho esfuerzos a todo nivel para educar
a la comunidad sorda sobre el tema del VIH/SIDA, todavía existen
discrepancias sobre el tipo de información crucial que debe recibir
la población que realmente lo necesita. Cada estado al igual
que el CDC necesita añadir preguntas sobre discapacidades al
recaudar datos estadísticos para poder determinar el alcance
de la epidemia en la población sorda. Se necesitan más
programas que ayuden a desarrollar un mayor conocimiento y disipar los
mitos acerca de la transmisión del VIH y las conductas de riesgo
de las personas sordas. Los pocos programas populares que existen deben
ser evaluados y replicados en toda la nación.