Solgi I. Borges Hernández tiene razones bien fundamentadas para
defender la utilización de la Lengua de Signos y el Bilingüismo
en la formación de los niños y las niñas sordas:
su propia experiencia de vida.
Ella ha sido la primera mujer sorda profunda que ha obtenido una titulación
universitaria en la Facultad de Economía de la Universidad de
La Habana, Cuba.
Esta mujer ha ido pasando por los diferentes niveles de enseñanza,
incluida la universitaria, superando todas las barreras que habitualmente
encuentra una persona sorda.
Su experiencia la ha llevado a manifestar su convicción profunda
de la importancia que tienen dos factores fundamentales en el desarrollo
de las niñas y niños sordos: por un lado el apoyo de la
familia y por otro, el uso del bilingüismo.
“El bilingüismo es de la única manera en que pueden
romper las barreras, tanto sordos como oyentes. Las personas que nos
rodean deben reconocer la Lengua de Signos como nuestra lengua natural.
Y no solo reconocerla, sino también dar pasos para aplicarla
en la comunicación. En primer lugar la familia, que brindará
su apoyo claro y sin sobreprotección. “
“Si la familia no apoya a las instituciones docentes, y a su
vez no reconoce al bilingüismo como la vía fundamental para
lograr el avance dentro de la comunidad humana a la que pertenecen los
niños y niñas sordas, no se podrá nunca potenciar
su desarrollo”.
Según esta mujer luchadora, el principal límite que tienen
las personas sordas “nunca es la propia sordera. Lo que más
nos limita es el miedo que nos han inculcado. Por tal razón es
que insisto tanto en el apoyo familiar y social para romper las muchas
barreras que frenan aún nuestro progreso y desarrollo..”.