En la intención de poner en funcionamiento un plan que permita
la detección temprana de la hipoacusia en los niños, el
legislador Ramón Graneros ingresó en la Cámara
un proyecto de ley en tal sentido.
En el mismo se solicita la creación en Tucumán de un "Programa
Provincial de Detección temprana y Atención de la Hipoacusia",
de modo que al recién nacido se le otorgue el derecho de someterse
a estudios tempranos de su función auditiva, asegurando así
los correspondientes y oportunos tratamientos al momento de la detección
de la enfermedad.
Esta propuesta es otra de las iniciativas que tienden a atender esta
cuestión que se evidencia con marcada multiplicidad en los últimos
tiempos, al punto de interesar también a sectores educativos
para atender a quienes padecen déficit auditivo.
La audición es la vía normal para adquirir el lenguaje,
uno de los atributos más importantes del ser humano.
Con las palabras podemos comunicarnos a la distancia y a través
del tiempo, y han tenido una participación decisiva en el desarrollo
y el fomento de las sociedades en todo el mundo como en todas las culturas
que conocemos en la actualidad.
En la Legislatura provincial, la semana pasada ingresó un proyecto
de ley para que desde el Ministerio de Salud, que conduce Juan Manzur,
se instrumente el examen para detectar en los recién nacidos
la hipoacusia.
El autor de la iniciativa es el justicialista Alberto Leal, que entre
los fundamentos esgrimidos destacó: "Este mal se define
como la disminución en la percepción auditiva. En la hipoacusia
leve solo surgen problemas de audición con voz baja y ambiente
ruidoso. En las moderadas se aprecian dificultades con la voz normal,
existen problemas en la adquisición del lenguaje en la producción
de sonidos. Mientras que en los casos severos, escucha cuando la persona
grita o usa amplificaciones".
Por otra parte, el parlamentario dijo que el habla no se consigue sin
ayuda, por lo que las personas que no pueden escuchar no pueden desarrollar
sus capacidades en la vida cotidiana.
Estadísticas
Las nuevas evidencias en los 90 demuestran que la sordera durante los
primeros seis meses de vida, interfiere con el desarrollo normal del
habla y el lenguaje oral. Por ello, los niños sordos deberían
identificarse idealmente antes de los tres meses de nacido y la intervención
debe ser antes del año. "Por lo que sería muy importante
iniciar un apoyo que permita prevenir las secuelas del déficit
auditivo", aseguró Leal a EL SIGLO.
El programa, según el proyecto, debería ser llevado a
cabo en el Instituto de Maternidad.
"Con esta medida queremos que todo recién nacido pueda ser
estudiado para mejorar su calidad de vida y prevenir a través
del Estado Provincial este mal con una inversión mínima".