Dos ciudadanos sordos de Las Vegas (EE.UU.), Jeffrey Beardsley y Melissa
Ward, han exigido un millón de dólares a la ciudad después
de haber sido arrestados por la policía injustamente y de que
nadie hiciera nada por comunicarse con ellos durante su custodia. Cuando
los oficiales los pararon mientras conducían, éstos se
negaron a escribir en un papel lo que querían que Beardsley y
Ward hicieran y por qué los arrestaban.
“Le indiqué que necesitaba que me lo escribiera y dijo
literalmente `lee mis labios´”, declaró Beardsley,
“cogió la libreta y la tiró, y me sacó del
coche a tirones”.
Después, lo golpearon y esposaron, mientras se sentía
totalmente indefenso. Ahora él y su acompañante han presentado
una denuncia contra la ciudad de Las Vegas y su cuerpo de policía
exigiendo un millón de dólares, alegando que se violó
el Decreto de los Americanos con Discapacidad al no ofrecer un método
razonable para que esas dos personas sordas se comunicasen con los policías
y otros empleados.
“Tenemos derecho a tener un intérprete en estas situaciones
delicadas y esperamos que con esta denuncia se solucionen los problemas
de las próximas personas sordas que sufran este proceso”,
declaró Ward, a la que también se le negó el servicio
de un intérprete hace unos años cuando tuvo un juicio.
La ciudad tiene un mes para responder a esta denuncia.