Un juzgado alemán da la razón a una mujer, que
tras exponerse a música excesivamente alta en un concierto de
Bon Jovi en septiembre de 2000, padece tinnitus y pérdida de
audición.
El juzgado dictaminó en diciembre de 2004, que el promotor del
concierto debe pagar 5.300 dólares de indemnización a
la mujer por daños y perjuicios, además de cubrir los
gastos del tratamiento y la pérdida de ingresos.
El juzgado encontró al promotor del concierto culpable de negligencia
por no tomar las medidas necesarias para bajar los niveles de ruido
durante el espectáculo.
El promotor todavía está a tiempo de apelar el veredicto.