Arroyo Seco.- Trinidad Santana es sorda de nacimiento pero hace poco
más de un año un implante coclear le devolvió completamente
la audición. Ahora tiene 6 años, terminó de cursar
el nivel inicial y quiere ingresar a primer año de EGB. Pero
las escuelas no la aceptan entre sus alumnos, porque todavía
presenta dificultades en el habla y necesita de una maestra integradora.
Desde octubre, su familia peregrinó sin éxito por varios
establecimientos escolares públicos y privados de Arroyo Seco
y la región. Por eso ahora acudieron ante el Ministerio de Educación,
para pedir que les digan "a qué escuela tiene que ir a estudiar
Trinidad".
La pequeña, una gordita hiperactiva que toma clases de patín,
aerobic, dibujo y natación, cursó su jardín de
infantes y nivel inicial en la escuela privada Nº 1340 Niño
Jesús. Su libreta de calificaciones muestra que todos los objetivos
escolares fueron alcanzados pero igualmente no podrá continuar
cursando con sus compañeros.
"En esta escuela nos propusieron que Trinidad haga una integración
social, es decir que podían aceptarla sólo un par de horas
semanales en alguna clase especial, porque no tiene adquirido el lenguaje.
Fuimos entonces a una escuela especial, pero allí nos dijeron
de la inconveniencia de que una niña completamente normal estuviera
con chicos que presentan patologías", explicó la
madre de la niña, Carina Isnardi.
"Tampoco nos sirvió una escuela para sordos en Rosario,
porque allí sólo trabajan el lenguaje de señas
y Trinidad tiene su capacidad auditiva plena. Lo mismo nos ocurrió
con una institución similar de Villa Gobernador Gálvez.
Antes pasamos por todas las escuelas públicas y privadas de Arroyo
Seco y Fighiera, pero sin éxito", añadió.
Días pasados, Carina intentó hablar con una supervisora
de nivel primario de Enseñanza Privada del Ministerio de Educación.
La funcionaria no se encontraba en el lugar, así que con la nota
que presentó le iniciaron un expediente y le dijeron que se comunicarían.
"Le pedimos a usted que nos ayude a decidir adónde Trinidad
tendría que hacer su escolaridad", fue el simple y desesperado
pedido de Carina a la supervisora. "No queremos imponer a la nena
en una escuela, pero como mamá pido lo mejor para ella",
expresó en la nota que aún aguarda una respuesta.
Trinidad fue intervenida el año pasado en el hospital Garrahan
para resolver la hipoacusia bilateral profunda que padecía, ocasionada
por una enfermedad que afectó a su madre durante el embarazo.
Después de haber sido sometida a innumerables tratamientos, los
profesionales que la atendieron llegaron a la conclusión de que
la única forma de revertir su sordera era a través de
un implante coclear, como realmente ocurrió.
"Nuestro objetivo ahora es que oralice, que adquiera el lenguaje.
Lamentablemente estuvo yendo a una fonoaudióloga en Rosario que
no supo orientarla, así que perdimos un año. Pero cada
día se ve que hace avances en esto de oralizar, sin olvidar que
hace sólo un año que comenzó a escuchar",
señaló Carina.
"Es hiperactiva, está siempre en movimiento. Trinidad tiene
su carácter, no es un angelito -reconoció-, pero no es
más ni menos que cualquier chico de su edad que está sano.
Es verdad que necesita una maestra integradora y que está en
tratamiento profesional en un centro de día, pero salvo por el
habla Trini es una nena completamente normal y merece una oportunidad.
Sólo eso pedimos: una oportunidad para demostrar que ella puede".