Niños y adolescentes argentinos realizan desde la ciudad de Concordia, provincia de Entre Ríos, un diario digital para invidentes, al que se ha sumado en 2004, Año Iberoamericano de la Discapacidad, un diario digital para ciegos y sordos.
Sin un estudio de grabación ni apoyo financiero, los chicos tienden un puente al mundo. Todos pertenecen al proyecto Jóvenes Comunicadores, ideado y dirigido por el periodista y profesor de comunicaciones Oscar Miño.

Con vasta experiencia en periodismo y locución, ex corresponsal de guerra, Miño habló a BBC Mundo de su proyecto y la necesidad de "apostar a futuro, a generaciones de chicos integradores y solidarios".

¿Cómo surgió el proyecto de estos dos diarios?

Comienza a partir de la necesidad de mi parte de vincular a mis alumnos de comunicación social, entre los que se cuentan niños de seis años hasta adolescentes de 17, de asomarlos a una comprometida integración con las capacidades especiales.

Primero nació el diario de invidentes, en octubre del año pasado. Es un trabajo arduo porque tiene más de 12 páginas de contenido, el sitio es www.dariodeinvidentes.com

Nos ocupábamos sólo de los ciegos y los amblíopes, (con disminución visual) y yo quería llegar a más capacidades especiales.

Entonces, este año como adhesión a lo que es el año iberoamericano de la discapacidad decidí poner en marcha otro proyecto mucho más ambicioso por la complejidad de armarlo en internet. Creamos el diario de sordos y ciegos, www.diariosordosyciegos.com.ar

¿Cómo se arman los diarios desde el punto de vista técnico?

Para el diario de invidentes, se elige primeramente todo un caudal informativo e incluso cada diario es una sorpresa porque las secciones no son estancas, fijas, normalmente trabajamos con una base de 9 o 10 paginas de contenido.

Se incluyen informaciones positivas de la Argentina que tienen que ver con el mejoramiento de la economía, hechos culturales, literarios. También temas científicos, de tecnología, hay una página para los niños y hay mucha difusión de los avances científicos para favorecer a personas discapacitadas.
Los niños tienen su sección exclusiva. Siempre tratamos de que el contenido sea constructivo, que le deje a quien nos está escuchando o leyendo algo enriquecedor. Es un periodismo abarcativo, porque en el mundo suceden muchas cosas hermosas que es lamentable que se oculten.

¿Cómo acceden los usuarios?

Cuando se diseñó el proyecto con el webmaster, le pedí encarecidamente que fuera para todos los ciegos del mundo, que no tuvieran que pagar un programa, que son costosísimos, que directamente entrando al sitio automáticamente y por defecto se activara el diario.

El diario de invidentes termina reducido a un proceso de reunión de materiales y luego de grabación, el diario de ciegos y sordos requiere el mismo proceso más el trabajo de las profesoras de lenguaje de seña, que yo he convocado, que son representantes de la Cruz Roja, filial Concordia.

Ellas hacen el doblaje de lo que los chicos leen, entones primero se prepara un CD con los chicos grabados, ellas se llevan todo ese material, lo procesan, grabamos su traducción en proceso digital y todo eso se funde en la página.

¿Qué impacto ha tenido?

En Latinoamérica el resultado ha sido exitosísimo, los medios de Iberoamérica lo han difundido generosamente. Hoy por hoy la gran dificultad que tengo en Argentina es dar a conocer estos sitios porque los medios de comunicación no difunden ese trabajo, sencillamente porque en Argentina la discapacidad, la educación no tienen difusión.

Aquí todo lo que es noticia es Diego Armando Maradona, los secuestros, las violaciones, problemas politicos.

La ONCE, organización de ciegos españoles, ha seguido muy de cerca el proyecto y apadrina el diario de ciegos y sordos. Desde México, Venezuela, Colombia y Puerto Rico, fundamentalmente, me han destacado el lenguaje digital que hemos instalado a través de los niños y jóvenes comunicadores argentinos.

¿Cómo se financia el proyecto?

No hay financiamento ninguno, yo he pedido ayuda al gobierno de la provincia de Entre Ríos, al gobierno nacional, al presidente Kirchner, no he tenido ninguna respuesta, ni por sí ni por no.

Yo duermo tres horas por día. El portal educativo que tenemos, www.jocomunicadores.com.ar, comenzó siendo una página, un día se convirtió en un portal y hoy día es un megaportal educativo. Alimentar ese monstruo requiere muchísimo trabajo.

Tiene un gusto agridulce esto de trabajar sin recursos, porque el reto es mayor. Sería más fácil trabajar con US$5.000 al mes y darle al proyecto el brillo digital que le falta.

No tenemos un estudio donde grabar, grabamos en un grabador de periodista chiquitito, allí se graba todo lo que después se puede escuchar en el mundo en internet.

La realidad es que hay algo que es la marca registrada del proyecto jóvenes comunicadores y eso se llama dignidad y nobleza. Es lo que a los niños y jóvenes les sobra.

Este es el punto, embarcarse en proyectos de comunicación como el que yo estoy haciendo es apostar a futuro, a generaciones de chicos integradores y solidarios, los frutos no los voy a ver yo, porque estamos construyendo generaciones para el mundo de mañana.

¿Qué es lo que te motiva?

La pregunta está respondida por la bendición papal que hace pocas semanas recibí del Vaticano. Juan Pablo II me exhorta, a pesar de las dificultades que he narrado en una carta con detalles, citando nombres y apellidos, me insta a seguir el camino trazado.

¿Tienen usuarios en otros países de la región?

Me encantaría que entraran en el libro de visitas que tenemos en nuestro portal educativo, allí van a ver mensajes de cibernavegantes que nos escriben de Francia, EE.UU., Alaska, Japón y nos alientan.

¿Donde estuvo la inspiración para crear todo esto?

Bueno, yo estuve en la guerra de Croacia, por ejemplo. Fui enviado como corresponsal y vi el desgarro de madres perdiendo a sus hijos, de familias enteras mutiladas, porque he visto restos humanos en casas saqueadas y bombardeadas.

Si todo eso no inspira a una persona para tratar de procurar un mundo mejor, entonces ¿cuál tiene que ser el shock que hay que recibir?