Aprender a aceptar que un hijo sufre una pérdida auditiva es una experiencia
dura. Muchos padres se sienten culpables y frustrados ya que no pueden
controlar el desarrollo de su hijo, y necesitan encontrar respuestas
a muchas y variadas preguntas. Por lo general, quieren saber la causa
de la pérdida de audición, qué se puede hacer al respecto y qué impacto
tendrá en su hijo.
El estrés de los padres puede afectar negativamente en el entorno familiar
y en el desarrollo del niño. Esto ha sido confirmado por un exhaustivo
estudio, en el que participaron 1.000 madres canadienses, cuyos resultados
fueron publicados en 1998, en la revista Journal of Speech, Language,
and Hearing Research.
En la mayoría de los casos, la pérdida de audición infantil es hereditaria
o se debe a complicaciones durante el embarazo. Durante la infancia,
la otitis media puede producir pérdida de audición temporal. Algo más
de un niño de cada 1.000 nace con pérdida auditiva, cosa que no siempre
es evidente para los padres en los primeros meses. Sin embargo, gracias
a la preocupación creciente por este problema, se realizan diagnósticos
más tempranos y la exploración infantil es cada vez más común.
Cuando se descubre la pérdida de audición, frecuentemente descubierta
por los padres, éstos están inseguros que no saben como actuar y suelen
sentirse invadidos de preguntas, confusión y emociones encontradas.
Un estudio entre 600 padres de niños con discapacidad auditiva en Dinamarca
indica, que un padre de cada tres considera que no recibe consejos ni
información cuando a un hijo se le diagnostica pérdida auditiva. Los
resultados de este estudio fueron publicados en la revista Scandinavian
Audiology en 2001. En general, los padres consideran que:
- Se debería ofrecer asesoramiento inmediatamente después de confirmado
el diagnóstico.
- Se necesita asistencia psicológica lo antes posible.
- La información por escrito es muy importante.
- Es necesario una cooperación entre los diferentes asesores de la
familia.
Un estudio americano publicado en 2002 en la revista The Hearing Journal,
en el que participaron 600 encuestados, informa precisamente de las
mismas necesidades, pero además, pone de manifiesto que las necesidades
específicas de los padres cambian de una fase a otra. Al principio,
los padres necesitan información sobre las causas de la pérdida auditiva
y la audición en general, junto con consejos prácticos acerca de cómo
escuchar y hablar a su hijo con discapacidad auditiva. Unos meses después
de confirmado el diagnóstico, los padres necesitan un cuadro realista
del tiempo que necesita su hijo para desarrollar el habla, asesoramiento
sobre los aspectos de los que se responsabiliza el sistema de salud
público, y los derechos específicos de los niños discapacitados auditivos.
En todo este proceso, los cuidadores tienen un papel vital, como asesores
y caja de resonancia para los padres.