El
ejercicio es bueno para nuestra audición y puede ayudar a reducir
los cambios temporales del umbral auditivo. Muchos estudios médicos
han demostrado que existe una correlación entre la salud del sistema
cardiovascular y la audición. El ejercicio hace que se tenga un
sistema cardiovascular sano.
Cuando los oídos trabajan, las células pilosas dentro
del oído interno transforman las vibraciones acústicas
en señales eléctricas que van al cerebro. La presión
sanguínea alrededor de las células del oído es
más alta en personas con una buena forma física. Esto
podría explicar porqué el ejercicio es bueno para nuestra
audición.
Varias semanas de entrenamiento físico pueden mejorar la capacidad
auditiva en varios decibelios y reforzar las defensas de los oídos
contra el ruido dañino, según un estudio publicado en
la revista Scandinavian Audiology, vol. 27 de 1998. Las mujeres con
poca grasa corporal y en forma, por hacer ejercicio de forma regular,
experimentaban con menos frecuencia cambios en el umbral auditivo que
personas con peor forma física, según la revista Medicine
and Science In Sports and Exercise, de febrero de 1998.
En estudios realizados con personas con trabajos ruidosos se pone de
manifiesto, que las personas en buena forma física sufren menos
consecuencias adversas por culpa del ruido. El riesgo de tener una pérdida
de audición casi se duplica en personas con mala forma física.
El ruido puede dañar las células pilosas del oído
interno. Estas células no se pueden regenerar, por lo que la
mejor medida preventiva es la utilización de protectores para
los oídos. El ejercicio sólo no es suficiente.